Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

21.8.06

La rodilla y lo que aprendí de ella

Caerme al bajar unas gradas era cosa de un instante, el resultado de no fijarme por un segundo en por donde iba. Pero ponerme bien después no era tan rápido.

Se me partió un hueso en la rodilla, condición que el médico dijo podría dejarme lisiada por el resto de mi vida si no lo cuidaba bien. Lo cuidaba bien, pero era difícil, porque en ese entonces tenía tres niños pequeños. Al bebé de 18 meses le costó solamente unas horas descubrir que andando con muletas yo no lo podía coger. Gradualmente se estableció que Mamá no podía hacer ciertas cosas, y que todos tenían que contribuir sus esfuerzos para que la familia viviera bien.

Llegó el momento de quitar el yeso, y yo esperaba poder andar bien. Pero no. Había muchos ejercicios para hacer, y dolía mucho la pierna. No era posible hacer todo lo que había hecho antes, y muchas veces me quedé al margen de las actividades. Pedí la oración a muchas personas, pero no me sanaba. Pasaron un par de años y todavía la rodilla estaba muy tiesa y me dolía.

Un día yo estaba con unos amigos después de haber sido espectadora mientras ellos jugaban al voleibol. De repente se me ocurrió que la razón por la cual la rodilla no me sanaba era que la estaba usando como excusa para no hacer muchas cosas que no quería hacer: jugar voleibol, por ejemplo. Era muy cómodo decir que no podía hacer lo que no me apetecía hacer, y eso me había llegado a ser hábito.

Yo sentía que era el Espíritu Santo que me comunicaba esto. Conversé con el Señor y me arrepentí de esa actitud. Decidí que ya no iba a esquivar así lo que tenía que hacer. Como los amigos eran cristianos, pedí que oraran por mí y lo hicieron, aunque unos de ellos dijeron después que no creían en eso de orar por los enfermos. Dentro de media hora yo estaba caminando bien, sin cojear y sin dolor. El día siguiente podía subir y bajar gradas bien y hasta correr.

Es posible que hubiera un milagro de sanidad física, no lo sé. Pero sí sé que era un milagro que me enterara de lo que pasaba y lo que tenía que hacer para arreglarlo, y que tuviera la fuerza para hacerlo. Yo me había atada a la incapacidad pero Dios me liberó.

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Tan sólo hacerle una pequeña apreciación.
Que diga que la religión es aburrida no me parece cierto (aunque lo del aburrimiento sea subjetivo).
La RELIGION es apasionante, es la búsqueda del hombre por acercarse a su principio y al posible propósito de la existencia humana, así como tratar de desentrañar el futuro.
La RELIGION es el intento por comprender la naturaleza-dios-destino-nada:
La física es RELIGION
La química es RELIGION
La matemática es RELIGION
La biología es RELIGION
La anécdota que narra sobre la búsqueda de un enzima para comprender algo más el mundo que nos rodea, es RELIGION.
Otra cosa muy distinta es la institucionalización que el ser humano ha hecho de la religión en distintas confesiones.
Eso puede resultar aburrido, pues se trata de historia y de las actuaciones de ciertas personas a lo largo del tiempo. Esto sí comprendo que según los gustos personales puede resultar aburrido, tal y como comprendo que el chocolate no le guste a todo el mundo.
Pero la RELIGION, así con mayúsculas, seguro que no sólo le interesa, si no que le apasiona, independientemente de que su búsqueda sea a través de una confesión institucional o la suya propia.
Un saludo.

11:41 p. m.  
Blogger Carolyn Kerr said...

No disputemos por palabras. Por religión yo quería decir la institucionalizada, que muchas veces en vez de ayudar a la persona a buscar a Dios, termina matando su vida espiritual bajo el peso de doctrinas, ritos y reglas inventados por hombres.

Los ritos, reglas y doctrinas tienen su buen uso, pero cuando lleguen a ser lo más importante quitan la abundancia de la vida.

El buscar a Dios no es aburrido, especialmente como El también nos está buscando. Jesucristo dijo que había venido para buscar y salvar a los perdidos. Creo que Dios busca a con cada persona, como individuo, llama a cada uno a una relación con Él. Unos eligen escuchar más, otros menos, y hay variedad de respuestas. Si yo llamo a Él, es que Él me ha llamado a mí primero.

1:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cualquier búsqueda de Dios, o más bien de su existencia, me parece correcta siempre que sea sincera ya se haga mediante una confesionalidad institucionalizada o de manera personal.
En las anécdotas que refiere aparece Dios como una mano amiga para los momentos de apuro, dificultad o duda.
Creo que con esa identificación se corre el peligro de que cuando las cosas no vayan bien y esa "intervención divina" tarde en aparecer, se llegue al otro extremo, a culparlo de las desgracias.
Mi creencia personal es en un Dios menos intervencionista. Creo que Dios hizo su obra que concluyó con el ser humano, al cual dotó de libertad para que, si quería, terminase lo comenzado por él.
La verdad es que hemos querido poco hasta ahora.
Mi percepción personal de Dios es a través de su obra. Creo en Dios porque el simple hecho de observar a un recién nacido me indica que es imposible que eso exista por puro azar.
Creo en el mensaje de Jesús, pues es el camino para concluir la obra de Dios.
Respecto de todo lo demás: cristianismo, iglesia, divinidad de Jesús, resurrección, dogmas de fe, ... aún me debato en un mar de dudas.
De todas formas, haber escrito estos mensajes me ayudan a replantearme mi postura y seguir meditando.
Gracias.

2:10 p. m.  
Blogger Carolyn Kerr said...

Me alegro que te haya servido. Que Dios te bendiga muchooo.

12:47 a. m.  

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