Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

21.8.12

Puedo hacer esto. O no.


NOTICIAS DE ACTUALIDAD: Investigación reciente demuestra que grandes dosis de Nutella se asocian con ganancias de peso. El efecto es aún más pronunciado si conjuntamente se consume crema de cacahuetes.

Ya se sabía ¿no? A pesar de los artículos que salen de vez en cuando diciendo que el chocolate me trae beneficios, Nutella siempre tiene muchas calorías. Generalmente no la permito en casa. Igual como pasa con otras sustancias ilegales como patatas fritas y helados, si la tengo en casa tarde o temprano la comeré, y esto echa para atrás mi programa de perder peso.

Esto quiere decir que la lucha para comer sanamente se sitúa en el supermercado. La pregunta es, entonces, ¿por qué la compré cuando sabía perfectamente que no me convenía?  ¿Qué pasaba por mi mente en ese momento?

Como recuerdo, pensaba algo acerca de que no había comido Nutella durante mucho tiempo, y quién había dicho que no podría, y que hacerlo una vez no me haría daño. En ese punto más o menos dejé de pensar y la metí en el carro de compras. Luego volvió la misma “discussion” en casa antes de abrir el frasco por primera vez. Pero una vez abierto el frasco, es difícil discutir.

Creo que el problema es la ley que dice que no puedo comerla. Igual que las resoluciones que hacemos para empezar un año nuevo, el “no haras…” me inspira a hacer lo que no debo hacer. 

Entonces ¿qué? ¿Dejo de hacerme reglas y leyes? Por sorpresa ¡encuentro que esto me sirve major! El Apóstol Pablo argumenta que como cristianos no estamos bajo la ley. ¡Todas las cosas me son lícitas o permisibles (I Corintios 6:12)! Pero antes de echarme a la perdición, tengo que considerer que no todas las cosas me convienen. Y he determinado que no quiero que me domine ninguna cosa. ¿Debo permitir que Nutella mande en mi vida?

Entonces cada vez que me encuentro cara a cara con Nutella, tengo que dejar de pensar en una ley que diga que no puedo comer de ella. Puedo comerla cuando quiera. Esto no es un problema. No estoy baja la ley. Está bien. Puedo devorar cuanta Nutella como quiero. Pero no me conviene, no me ayuda, me puede esclavizar. 

En este momento ¿necesito algo que no me conviene? Forma hábitos. Una cucharadita se sigue por otra. Me podría dominar. ¿Es esto lo que quiero?

Es curioso cómo el saber que puedo comerlo me quita el impulse. No tengo que hacerlo. Puedo elegir libremente. Pero tengo que decidir esto cada vez que se presenta la situación. Afortunadamente con ejercicio la decisión se hace más fácilmente y la libertad es más natural.

¿Cuál es tu experiencia con reglas como manera de cambiar hábitos? Comparte tu sabiduría.