Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

21.8.10

A mover una duna de arena

Nunca antes había pedido al Señor que moviera una montaña, así que no sabía cómo iba a suceder. (Si no has leído las últimas dos entradas, ahora es el momento, para que entiendas lo que sigue). No sabía si de repente volvería a funcionar toda la parafernalia, o si  Yacom (France Telecom) iba a dejar de existir, o qué. 

Parece que en preparación para mover la montaña el Señor primero nos ha dado una autovía para evitar tener que subirla, y luego ha convertido la montaña en una mera duna de arena.  Tenemos teléfono fijo e Internet con dos otras compañías, y solo hace falta quitar Yacom del escenario, lo cual podría ocurrir (en cuanto a nosotros, por supuesto) para el miércoles. 

No estoy precisamente orgullosa de la manera en que me he portado en esta aventura.  Tanta frustración, tanto enojo, tanta falta de paz, y para nada.  Algún día espero vivir al nivel donde el Señor quiere que viva.  Hasta ese entonces, doy gracias que tengo un Salvador que entiende y me perdona.