Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

26.5.10

Las ventajas de estar débil

Alguien ha dicho que no hay límite al bien que podemos hacer mientras no nos importa a quién alaban por haberlo hecho.  En el mundo humano encuentro que es cierto, que si estamos haciendo algo para impresionar a los demás no haremos muchas cosas buenas si no tenemos espectadores.

Veo que es cierto en el mundo espiritual también.  Me gustaría estar fuerte, capaz, energética, con muchos talentos, para que todos me admiraran.  Pero si hoy me siento débil, cansada y torpe ésto tiene una ventaja enorme también.  Hoy en mi condición no muy productiva tengo que reconocer que lo bueno y lo especial que yo hiciera no lo he hecho yo realmente, sino que Dios ha operado por medio de mí.  Cuando estoy más débil puedo ver mejor a Dios trabajando.  Cuando me siento fuerte, me meto, le quito la gloria, y el resultado no es tan bueno.

No puedo probar, en el mismo momento, que Cristo es maravilloso y que yo soy lista.  Cuando estoy débil estoy fuerte, entonces.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Veo en Tu primer parrafo cierta similitud con cosas de la vida cotidiana, nuestra propia vanidad no nos deja ver nada mas que aquello que "si" queremos ver y que "nos vean", pero no pensamos que esto puede traernos a todos en muchas maneras cosas irreparables, por lo que nos seria mas util utilizar nuestra razon en cosas mas practicas hacia todos olvidadndonos del querer ser popular o martir a los ojos de los demas, "EL" dijo "quien quiera ser el primero ante mi que deje todo y me siga", pero a ninguno obligo ha hacerlo ¿verdad?, saludos cordiales.

9:13 p. m.  
Blogger Carolyn Kerr said...

Verdad. Cristo nunca obligó a nadie a seguirle. Cada uno tiene que optar por si mismo.

Parece que Dios es muy caballero en esto. Si decimos que no lo queremos en nuestra vida, se mantiene afuera. Pero nos ama a pesar de esto y puede encontrar maneras de seguir llamándonos, dándonos todavía otra oportunidad para cambiar de parecer. Cristo dice que está a la puerta y llama, y si alguien oye su voz y abre la puerta que Él entrará en su vida y será compañero de la persona. Él llama a la puerta cerrada pero no intenta abrirla a la fuerza. (Apocalipsis 3:20)

Algo interesante de este versículo es que en el contexto lo dicho se dirige a los dentro de la iglesia. Parece que la iglesia tenía a Cristo por fuera! Es decir ser miembro de una religión no es lo importante, sino en cuál lado de la puerta tiene uno a Jesucristo.

Saludos y muchas bendiciones

9:30 p. m.  

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