Que se sienta satisfecho
El otro día hablaba con una amiga que ha trabajado mucho para servir a sus vecinos y mejorar la condición de su barrio. Me sorprendió cuando dijo con mucha fuerza que ya no iba a ayudarles más. Estaba cansada de trabajar tanto cuando a ellos no les importaba nada. Seguían indiferentes cuando había que actuar y luego se quejaban de los resultados.
Ella no es única. Otro amigo dejó de defender a personas que se habían tratado injustamente. Había llegado a la conclusión que la gente a quien estaba ayudando era igual de mala como los que les habían hecho las injusticias.
Doy gracias que Dios no tira la toalla cuando ve que tantas veces ando en mis propias cosas y no le presto atención, y luego me quejo de lo que me pasa. Jesucristo vino a la tierra para rescatarnos, sabiendo qué tipo de personas éramos. No es muy gratificante sacrificarlo todo para ayudar a alguien que luego te crucifica. Perseveró porque anticipaba que su muerte sería el medio de liberación para sus enemigos.
Quiero que mi vida sea tal que cuando Él la ve, considere que valía la pena y que esté satisfecho con el resultado.
Ella no es única. Otro amigo dejó de defender a personas que se habían tratado injustamente. Había llegado a la conclusión que la gente a quien estaba ayudando era igual de mala como los que les habían hecho las injusticias.
Doy gracias que Dios no tira la toalla cuando ve que tantas veces ando en mis propias cosas y no le presto atención, y luego me quejo de lo que me pasa. Jesucristo vino a la tierra para rescatarnos, sabiendo qué tipo de personas éramos. No es muy gratificante sacrificarlo todo para ayudar a alguien que luego te crucifica. Perseveró porque anticipaba que su muerte sería el medio de liberación para sus enemigos.
Quiero que mi vida sea tal que cuando Él la ve, considere que valía la pena y que esté satisfecho con el resultado.
1 Comments:
Creo que el error de los que han tirado la toalla es que esperaban que su amor fuese reciprocada, y los recipientes de su amor les han defraudado. Pero la persona que ama a otros por otra razon puede permanecer en su empeño. La mejor manera de seguir ofreciendo amor es de responder uno al amor de Dios. Estonces el amor de Dios le viene en cascadas, llenandole y abundando tanto que es suficiente dar a los otros los sobros de amor. Supongo que esto suene imposiblemente idealista para muchos, pero conozco a algunos que vivan tanto amor con Dios que sí pueden seguir amando a los que todavía no han reciprocado el amor.
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