Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

22.2.08

Conectada a la vid

Soy activista. Me despierto por la mañana con una tendencia a correr y hacer un montón de cosas que me parecen importantes o por lo menos urgentes, que no es la misma cosa. Preparo el desayuno, entro en el correo electrónico a ver si alguien habrá dejado un comentario en el blog de noticias o si hay un mensaje de mis hijos. Leo las noticias. Me pongo a limpiar la casa y planear el almuerzo. Sigo haciendo lo que se presente durante el día, y cuando llega la noche no he tenido aventura ninguna con el Señor.

No sorprende eso.

Jesús dijo que si queríamos ver su mano trabajando en nuestra vida tendríamos que “permanecer” en su presencia (el Evangelio según San Juan, capítulo 15). Si me lleno la vida con mis propios planes y actividades, Él es muy caballero y no se mete donde no le han invitado. Él siempre está con nosotros, nos lo ha prometido, pero limitamos lo que puede hacer cuando no estamos esperando que actúe. Frente a mi ordenador, donde lo puedo ver mientras trabajo, tengo un cuadro bordado que dice, “Permaneced en Mí”. Lo tengo allí porque necesito el recordatorio.


Hay dos ramas de la vid. La rama a la izquierda y arriba está conectada a la raíz, y produce uvas. La rama a la derecha y por debajo se ha separado de la raíz. Tiene hojas, pero se está secando y le falta fruta.

Prefiero ser la rama conectada.