Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

3.5.07

La cita en el autobús

Yo quería ir a visitar a una amiga que había perdido a su marido. Ya le había dado el pésame, pero sabía que se sentía sola y dolida, y quería acompañarla. Sin embargo no podría ser el lunes por tarde. Yo tenía que ir a una reunión en Sevilla.

Apenas había salido de la casa cuando oí pasar el autobús. Di un suspiro de frustración, porque perder el bus a esa hora quiere decir que hay que esperar por lo menos media hora para que llegue otro. Seguí con paso lento a la parada. Cuál era mi sorpresa encontrar a mi amiga sentada allí. Ella también había perdido el bus.

Hablamos durante la media hora de espera y durante el viaje. Luego caminamos juntas un poco, como íbamos en más o menos la misma dirección. Así que tuvimos más de una hora juntas. Cuando nos despedimos ella decía que se sentía muy acompañada, muy amada por el Señor por haberle dado compañía. Por mi parte, yo me había divertido mucho con la conversación y me encontré con buen ánimo para ir a mi reunión. Ella me había ministrado a mí igual que yo a ella. Además creo que ella tenía razón, que había sido la mano de Dios que hizo que las dos perdiéramos el bus. Él nos había dado una cita.

Cada vez que algo así me pasa recuerdo lo que dice en la Biblia, en Romanos 8: 14, "Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." No dudo que sea hija de Dios, pero me anima cada vez que me da esta evidencia.