Antidepresivos baratos
Hoy doy gracias a Dios por los niños que están jugando en la calle frente a mi casa. Sus risas dan alegría al corazón. Que siempre sepan divertirse sanamente. Los adultos a veces parece que tengan que practicar algún vicio para disfrutar, o que si van a contar algún chiste tenga que ser para burlarse de alguien. No debe ser así.
Gracias, Señor, por habernos dado la risa sana, que nos sirve de medicina cuando nos sentimos decaídos, y todos los efectos secundarios son buenos.
Gracias, Señor, por habernos dado la risa sana, que nos sirve de medicina cuando nos sentimos decaídos, y todos los efectos secundarios son buenos.
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