Me estaban esperando
Supongo que podría vivir sin reloj en la casa, puesto que tengo un gato siamés que conoce perfectamente mi rutina y me recuerda cuando hay que hacer algo. Sabe cuando es hora de acostarse, por ejemplo, y empieza a quejarse si la gente decide trasnochar. Si tardo demasiado en empezar a preparar el almuerzo, no me deja ni un minuto de paz.
Por las mañanas suelo recoger la cocina después del desayuno y luego sentarme un tiempo para leer la biblia y orar. Al gato le gusta sentarse en mis regazos. Hoy me acerqué a la butaca donde normalmente me siento y la descubrí ya ocupada por el gato. No estaba dormido como en la foto, sino sentado. Me estaba esperando.
Sentía que Dios me decía que Él también me estaba esperando. Había tenido paciencia mientras yo limpiaba y arreglaba y guardaba y barría y un montón de cosas más, pero Él tenía ganas de estar conmigo. Estaba contento que al fin yo había llegado a la cita. No entiendo por qué a Dios le da placer asociarse con gente como yo, pero ha dicho en su Palabra que nos busca para tener comunión con nosotros.
Un privilegio enorme. Lamento haberle hecho esperar.
Por las mañanas suelo recoger la cocina después del desayuno y luego sentarme un tiempo para leer la biblia y orar. Al gato le gusta sentarse en mis regazos. Hoy me acerqué a la butaca donde normalmente me siento y la descubrí ya ocupada por el gato. No estaba dormido como en la foto, sino sentado. Me estaba esperando.
Sentía que Dios me decía que Él también me estaba esperando. Había tenido paciencia mientras yo limpiaba y arreglaba y guardaba y barría y un montón de cosas más, pero Él tenía ganas de estar conmigo. Estaba contento que al fin yo había llegado a la cita. No entiendo por qué a Dios le da placer asociarse con gente como yo, pero ha dicho en su Palabra que nos busca para tener comunión con nosotros.
Un privilegio enorme. Lamento haberle hecho esperar.
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