Aunque la higuera no florezca
Ayer fue lo que algunos llamarían un día malo. Nos llegaron noticias de que nuestra economía familiar había sufrido un bajonazo. Murió un amigo de muchos años. Se declaró un conflicto por un asunto donde antes no había conflicto. Y para el colmo llegué tarde para sacar una foto especial; había esperado varias horas en el frío anteayer para sacarla, pospusieron el evento, y lo perdí. Todo esto antes de las 10:30 de la mañana. ¿Qué se podría esperar del resto del día?
Fui a leer las porciones de la Biblia que me tocaban leer ese día y me encontré cara a cara con las palabras del profeta Habacuc:
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en el Señor,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Yahweh, el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.
(Habacuc 3:17-19)
¿Qué vamos a hacer? Supongo que Él tiene su plan. Le alabaré aun en los días así.
Fui a leer las porciones de la Biblia que me tocaban leer ese día y me encontré cara a cara con las palabras del profeta Habacuc:
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en el Señor,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Yahweh, el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.
(Habacuc 3:17-19)
¿Qué vamos a hacer? Supongo que Él tiene su plan. Le alabaré aun en los días así.