Buenas Aventuras

En general, la religión es aburrida. Sin embargo, no hay nada más interesante en toda la creación que Dios mismo. No hay aventura mejor que las que podemos tener con Jesucristo. Siempre resultan buenas, y las historias no tienen nada de aburridas. Ser "bienaventurado", equivale a ser bendecido. Hace más de 40 años empecé a tener aventuras con Cristo. Aquí comparto contigo algunas de mis historias.

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Lugar: Indiana, United States

31.3.10

Aunque la higuera no florezca

Ayer fue lo que algunos llamarían un día malo. Nos llegaron noticias de que nuestra economía familiar había sufrido un bajonazo. Murió un amigo de muchos años. Se declaró un conflicto por un asunto donde antes no había conflicto. Y para el colmo llegué tarde para sacar una foto especial; había esperado varias horas en el frío anteayer para sacarla, pospusieron el evento, y lo perdí. Todo esto antes de las 10:30 de la mañana. ¿Qué se podría esperar del resto del día?

Fui a leer las porciones de la Biblia que me tocaban leer ese día y me encontré cara a cara con las palabras del profeta Habacuc:
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en el Señor,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Yahweh, el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.

(Habacuc 3:17-19)

¿Qué vamos a hacer? Supongo que Él tiene su plan. Le alabaré aun en los días así.

3.3.10

Estoy en obras

Estamos en obras. En realidad la casa no estaba tan mal y en mi opinión un poco de pintura habría resuelto los problemas. Pero los que saben de estas cosas decían que no, y ahora están rompiendo paredes para hacerlas nuevas.

“Que tenga albañiles” parece ser una maldición. Ya entiendo por qué. Para empezar hay el pum, pum, pum, pum y el sonido de la máquina de romper el hormigón. Lo bonito de eso es que se siente tan rico cuando te dejan en paz por unos minutos. Luego está el polvo. Tengo polvo en el pelo, polvo en el ordenador, polvo en la comida. Los albañiles son buena gente, pero siempre tienen que pasar por la casa para recoger cosas. Y pienso que ¡estoy pagando dinero por el privilegio de tener esta experiencia!

También parece que estoy en obras como persona. En mi propia opinión no estaba tan mal. Como todo el mundo tengo mis faltas, pero he aprendido a disimular muchas de ellas. Sin embargo los que me conocen bien no se engañan y Dios no se engaña. No vale fingir ser más buena gente de lo que realmente soy. El maquillaje no me sirve.

Así que tengo que dejar que el Espíritu Santo se meta allí para cambiar mis actitudes, pum, pum, pum. Tengo que reparar y limpiar los líos y fracasos. Tengo que escuchar a gente que me gustaría mejor no escuchar.

Por favor, disculpa las molestias. Estoy en obras.